Avance significativo en el proceso hacia la repatriación del patrimonio arqueológico del Macizo Colombiano

Por Diego Martínez Celis


Bogotá D.C. En audiencia llevada a cabo en el Tribunal Administrativo de Cundinamarca, el pasado 19 de abril de 2017 se logró concretar un Pacto de Cumplimiento  con el fin de aunar esfuerzos institucionales para la repatriación del patrimonio arqueológico del Macizo Colombiano que reposa en el Museo Etnológico de Berlín (Alemania), el cual fue expoliado de los departamentos del Huila y Nariño a comienzos del siglo XX por el etnólogo alemán Konrad Theodor Preuss.

El proceso jurídico se adelanta gracias a una Acción Popular que busca que el Estado colombiano, en cabeza de sus instituciones (Presidencia de la República, Ministerio de Relaciones Exteriores, Ministerio de Cultura y el ICANH), respondan a una demanda por violación a los derechos colectivos a la moralidad administrativa y a la defensa del patrimonio cultural. En respuesta, las partes involucradas se comprometieron a apoyar las gestiones que adelantará la Cancillería ante la República Federal de Alemania en los próximos 16 meses (antes de que termine el actual periodo presidencial), con el fin de repatriar las cerca de 35 piezas arqueológicas de las culturas prehispánicas de San Agustín y Nariño que se encuentran en el Museo Etnológico de Berlín.

Durante la segunda audiencia de pacto de cumplimiento en el Tribunal Administrativo de Cundinamarca.

A diferencia de otros procesos similares, este ha pasado casi desapercibido, en especial para las instituciones, la academia y el gremio de profesionales en arqueología  y patrimonio cultural, quienes no se han pronunciado ni han mostrado mayor interés en apoyar esta iniciativa eminentemente ciudadana. En su momento, fueron muchas las manifestaciones y el protagonismo de instituciones, académicos y expertos que se sumaron a la causa de la repatriación del Tesoro Quimbaya o que se opusieron con vehemencia a la aprobación de la polémica Ley de Patrimonio Sumergido, sin embargo en este caso la lucha la están dando solo un puñado de ciudadanos (legos en el tema) desde los estrados y mediante el uso de los instrumentos que por derecho les otorga la ley.

Así las cosas, se está demostrando que la valoración, protección y gestión del denominado “Patrimonio Arqueológico” no es solo un asunto institucional, ni académico, ni experto; este tipo de patrimonio es, en últimas, de todos los colombianos, y tenemos tanto la responsabilidad de velar por su protección, como el derecho a gozar de los beneficios que implica su gestión (investigación, conservación, divulgación y manejo); por tal razón se espera que, de llevarse a buen término esta iniciativa, las piezas arqueológicas retornen a sus territorios de origen (San Agustín y Nariño), tal y como está consignado en las peticiones de la Acción Popular.



Ver Información complementaria en: “Un primer paso hacia el verdadero ‘Retorno de los ídolos’ o la repatriación del patrimonio arqueológico del Alto Magdalena” 

Comentarios

Entradas populares de este blog

La PIEDRA de BARREIRO en Boyacá: Pinturas rupestres y altares de la patria

Nombrar para apropiar. De “piedras pintadas” a “arte rupestre”.