De meandro a barrio: Una laguna en la memoria de Fontibón

Por Diego Martínez Celis

Se presenta la infografía resultado de un proyecto realizado en el contexto del taller de SIG Participativo de la Universidad Nacional de Colombia, durante el cual se llevó a cabo una experiencia de investigación participativa con vecinos de la localidad, con quienes se rescató e identificó parte de la memoria  y del patrimonio de este rincón de Bogotá.


El desarrollo del particular trazado urbano de los barrios La Laguna, El Carmen y El Tapete en la localidad de Fontibón (Bogotá, D.C.), evidencia la progresiva transformación de un territorio que en 60 años pasó de ser una zona rural inundable, a un denso sector residencial e industrial de la ciudad de Bogotá.



1954


A comienzos de la década de 1950, cuando Fontibón se anexa a Bogotá, los terrenos de diversas fincas localizadas en el área inundable (humedal) de un antiguo meandro del río Bogotá (El Say), en que se sembraba papa, maíz, trigo y habas y se criaba ganado vacuno, comienzan a parcelarse para urbanizaciones Se trazan las primeras vías y manzanas de los barrios El Tapete y El Carmen, en especial sobre la calle 17.



1976



De manera ininterrumpida continúa la expansión urbana, mediante auto construcción, que se extiende desde el centro de Fontibón, siguiendo los tradicionales trazados de sus calles en sentido nororiente -suroccidente.  La zona inundable se respeta, interrumpiendo las calles en su contorno y obligando a bordearla mediante manzanas irregulares. En 1971 se crea la fábrica de carrocerías INCA.



1997 




Se consolida la expansión urbana del sector y la integración con Bogotá mediante el trazado de la Av. Centenario (extensión de la calle 13), en torno a la cual se construyen proyectos de vivienda y se definen lotes para la zona industrial. La antigua zona inundable se transforma en el parque El Carmen de La laguna





2017



En la actualidad el sector atravieza por una proceso de densificación, tanto residencial, como comercial e industrial, evidente en la división y ampliación de los pisos de las casas y la demolición de algunas antiguas edificaciones para dar paso a nuevos proyectos de vivienda de propiedad horizontal o de fábricas. La zona industrial se ha ampliado y unido a la zona franca. Las zonas o espacios verdes son muy escasos. 



Patrimonio

Edificaciones con valor patrimonial: En nuestros barrios aún es posible identificar algunas casas que, por su antiguedad y características arquitectónicas, representan la memoria del proceso histórico de la expansión urbana, y por lo tanto pueden ser consideradas símbolos de nuestra identidad. 

Solitarios árboles memoriales: En este proceso de expansión urbana no se tuvo en cuenta nuestra relación con la naturaleza, por lo que son muy escasos los árboles que quedan en sus calles. Sin embargo, aún se pueden ver algunos ejemplares, de más de 30 años, que nos recuerdan el pasado rural, y nos llama la atención para recuperar nuestro entorno.  








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