Arqueología prevenida vale por dos (Cuento rupestre)*

Por Diego Martinez Celis

Un día, caminando cerca de mi casa me encontré una piedra con arte rupestre que, desafortunadamente, se encontraba llena de graffiti y guaqueada, pues a su alrededor pude observar despojos de lo que debió ser una estación de cazadores-recolectores. Preocupado decidí hacer la denuncia ante el ICHAN, donde me preguntaron por las características del sitio, descripción de los hallazgos, contexto arqueológico, perfil estratigráfico y cronología, entre otros. Ante mi ignorancia en esos temas les comenté que no tenía ni idea, pero que el sitio se encontraba en grave peligro de desaparecer, a lo que me respondieron que eso no era urgente, que no podían hacer nada, que no tenían personal disponible para una visita ni para una investigación, ni mucho menos presupuesto... que de pronto le iban a comentar al alcalde del municipio y que si pasaba algo mas que los volviera a llamar.

Al otro día los volví a llamar y les dije que ya no había problema, que ya había recogido todos los vestigios óseos y líticos, que ya había removido el graffiti con thinner y que con la comunidad de la zona nos habíamos organizado para hacer del sitio un Museo Comunitario.... ah, y que gracias a esto ibamos a poder evitar la instalación de unas torres de energía que nos querían pasar por nuestros predios, ya que el sitio ahora era nuestro patrimonio cultural y arqueológico...

Pasadas apenas dos horas llegaron a nuestra vereda 30 arqueólogos profesionales, 10 restauradores, 5 museólogos, el Ministro de Cultura y el mismísimo director del ICHAN con 20 de sus funcionarios, el gerente y los ingenieros de la Empresa de Energía, 5 tanquetas del ESMAD y un batallón del ejército...

Al observar el sitio pudieron corroborar que la piedra con arte rupestre se encontraba lejos del trazado de las torres de energía, a lo que el director del ICHAN se acercó y me dijo:

-Creí que nos había dicho que el sitio estaba en el área de influencia del proyecto de interconexión eléctrica, veníamos prestos a implementar un Programa de Arqueología Preventiva. 

a lo que les respondí:

-Creí que me habían dicho que eso no era urgente, que no podían hacer nada, que no tenían personal disponible para una visita ni para una investigación, ni mucho menos presupuesto!!!


*Nota: cualquier parecido con la vida real o con hechos recientes no es pura coincidencia.